BUENOS AIRES.- La crisis política que atraviesa Brasil, sumado a los problemas económicos que el vecino país enfrenta desde hace un par de años, obliga al Gobierno argentino a seguir de cerca la evolución de las dificultades que se suceden día a día.
En este sentido, la canciller argentina, Susana Malcorra, manifestó preocupación por la crisis que atraviesa Brasil al afirmar que si el país vecino “no funciona, es desesperante” para la Argentina.
“Necesitamos a un Brasil fuerte, con instituciones fuertes, que funcione. Si Brasil no funciona es desesperante para nosotros por la interdependencia que tenemos”, dijo la ministra de Relaciones Exteriores en una extensa entrevista que publicó el diario porteño “Clarín”.
El Senado brasileño aprobó la semana pasada la suspensión de Dilma Rousseff como Presidenta, inicialmente por 180 días, a raíz de las acusaciones de que su Gobierno maquilló cifras para tapar el déficit fiscal. El vicepresidente, Michel Temer, asumió de forma interina en su reemplazo.
Consultada sobre cómo afectará la crisis en Brasil a la Argentina, la canciller respondió: “Ya la afectó. En la medida que esto se prolongue y como pareciera ser se lleve todo el año 2016, afecta enormemente a Brasil y nos afecta enormemente a nosotros”.
Malcorra, en línea con la postura del Gobierno argentino, señaló que el proceso por el que se le inició juicio político a Rousseff es “legal”. De todos modos, admitió que se puede cuestionar la “legitimidad” de los argumentos con los que la oposición impulsó la medida. “Hago la diferencia entre la legalidad y la legitimidad, que es esa línea tan finita. Desde lo formal yo creo que las instituciones de Brasil cubrieron todas las formas. Hay que ver cómo avanza esto y cómo termina. Pero es una situación difícil definitivamente”, dijo.
La ministra pidió “separar las aguas” respecto de la situación en Brasil y las negociaciones del bloque regional del Mercosur y la Unión Europea para firmar un acuerdo de comercio.
“El intercambio de ofertas se hizo. Nosotros fuimos muy enfáticos. Yo estuve en Bruselas poniendo mucha presión. Había una oferta del Mercosur, que era independiente de lo que estuviera pasando en el proceso de Brasil, y nuestros vecinos estaban comprometidos institucionalmente con esa oferta, así que había que hacer el intercambio”, señaló. “Tenemos ahora un proceso en danza, donde va a haber una primera reunión de negociadores en Montevideo. Las ofertas que se intercambiaron no son satisfactorias para ninguna de las dos partes, así que hay mucho trabajo por hacer”, añadió. (DPA)